Dulces destellos que
iluminan mi resto, y
una noble sonrisa
que enciende tus ojos de luna,
que llego para enfocar mi noche, el espacio y el pulso.
Oh! luz divina devuélveme el resplandor, la sencillez
y los azules del sol;
Si el río se vuelve mas calmo
y las flores nacen cuando oyen
el perfume de su voz;
como la aterciopelada luna,
como el canto matutino del ruiseñor
calentando sus plumas doradas del sol.
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