Ibas sobre el trigal para ver
de nuevo al payaso bipolar,
en el circo donde las marionetas cantan
para fingir que todavía siguen coloreando,
se extremecia la voz continua
y volvía a parar,
a rodar (con suerte), sobre algún diamante
que esperaba en el carrusel de los sueños azules.
con sonidos de laudes y música de sirena
danzabas en los confines de mis aero-soles,
que se destiñen cuando salís con tu hojita de nogal
a navegar por los encrespados mares, lejos del trigal.
1 comentario:
la melodía es la misma
sobre la calle de los escombros
llueve como brisas en otoño
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